Aunque usamos una compostera para todo lo orgánico, tratamos de no tirar nada si podemos evitarlo. Si tenemos la suerte, como en esta ocasión, de recibir muchos tomates por parte de un amigo, preparamos una salsa de tomate en conserva antes de que se maduren demasiado. Este no es un blog de cocina propiamente dicho, pero aquí están los pasos que hemos seguido.
En una cacerola grande con aceite de oliva, ponemos los tomates sin la corona y partidos en dos, junto con albahaca, perejil, sal, pimienta y varios ajos.
Tras dos horas de cocción a fuego medio sin tapa y revolviendo de vez en cuando, quitamos las pieles con el pasapuré, quedando la salsa lista para envasar.
Rellenamos varios botes con la salsa y los hervimos al baño maría en una cacerola tapada, para esterilizarlos. Finalmente, podemos disfrutar de una rica salsa de tomate que nos puede durar hasta un año en la despensa. Probaremos hacer lo mismo con cualquier hortaliza que tengamos en exceso.
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