En Internet hemos encontrado infinidad de razones por las que dejar de tomar lácteos. Desde motivos de salud hasta de respeto por los animales. Pero este blog es experiencial y nuestra experiencia habiendo dejado los lácteos (leche, quesos, yogures...) ha sido la siguiente.
En primer lugar las digestiones pasaron a ser mucho más ligeras. Empezamos a tener más energía, menos cansancio. Mi alergia disminuyó hasta casi desaparecer. Nuestra grasa corporal prácticamente se esfumó en pocos meses. Yo recuperé el estómago que tenía de adolescente y eso que había perdido la esperanza de estar plano, por muchas abdominales que hiciera.
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Una amiga me dijo algo que escucho con frecuencia: "las vacas sufren si no las ordeñan". No es cierto. En ese lugar, vi el sufrimiento de una criatura que durante millones de años vivió libre en grandes extensiones verdes y ahora tiene que conformarse con un piso de cemento cubierto por sus propios excrementos y bajo la fuerte luz de lámparas halógenas. Vi mucha tristeza en esos grandes ojos negros. Yo también salí de allí muy triste.
Aunque la sociedad se empeñe en echar leche a una gran cantidad de productos industriales que tratan de vender a toda costa. Aunque saquen cientos de estudios interesados que hablan de lo imprescindible que es la leche para "no morirnos". Aunque todo el mundo lo vea normal y bueno. Nuestra conciencia y experiencia nos dice que es mejor no tomar lácteos y nuestro cuerpo lo está agradeciendo, y mucho.
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