Este pequeño cargador de pilas solar no supone un gran ahorro de electricidad. Apenas unos watios que nos cuestan unos pocos céntimos al mes. Pero cualquier paso, por pequeño que sea, en la dirección correcta es un logro.
También lo hemos hecho para aprender a familiarizarnos con la energía fotovoltaica, ya que nuestra intención es tener una red propia que nos haga independientes de la red general. El precio de la luz seguramente subirá, porque en nuestra región utilizamos una central térmica que depende del petróleo importado, un recurso que fluctúa caprichosamente.
Así es hora de empezar a aprovechar la fuente ilimitada de energía que nos regala el Sol cada día.
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